A veces las
preguntas más grandes que usted puede hacerse son: ¿Quién soy? ¿Cuál es
mi propósito? ¿Dónde puedo encontrar la plenitud? Estas pueden resumirse
en una pregunta muy sencilla: ¿Qué voy a hacer hoy? Grandes visiones no
son difíciles de imaginar, pero su realización es el problema. Todos
nuestros dias están llenos de distracciones. Deberes y exigencias se
acumulan constantemente. Los problemas más grandes se vuelven confusos
cuando la lista de tareas pendientes nos desborda. Entonces, ¿cómo
podemos unir la visión y el sentido de la prácticidad?
Las
tradiciones de sabiduría del mundo nos dicen que hay que mirar dentro de
los verdaderos obstáculos que bloquean el camino hacia la plenitud. Las
exigencias siempre ocupan el tiempo que les damos, y darles lugar en
nuestra vida cotidiana, inevitablemente, hace que nuestra existencia se
sienta estresada y caótica. Lo que puede hacer en su lugar es examinar
su realidad "aquí mismo", que es donde se puede encontrar la claridad.
Lo que la mayoría de la gente encuentra cuando mira en su interior son los siguientes ingredientes en su estructura mental:
Confusión - esto se manifiesta al no establecer prioridades claras, porque el camino por delante no se ve claro y decisivo.
Distracción - esto se manifiesta como un centenar de pequeñas cosas que atraen su atención hacia aquí y hacia allá.
Desorganización - esto se manifiesta como una falta de pensamiento ordenado que conduce a resultados productivos.
Echemos un
vistazo a estas tres cosas en particular. Son parte de la gestión de la
vida mental, que es una necesidad básica. Hay un espectro de problemas
que varian de persona a persona. En cualquiera de los extremos se
encuentran polos opuestos, el estrictamente controlado pensador
altamente disciplinado, y el simple soñador. Hay un sinnúmero de
variaciones sobre cómo usamos nuestras mentes. Pero si su objetivo es la
claridad, deje a un lado los pensamientos y las sensaciones que llenan
su mente todos los días. Debe centrarse en el objetivo de encontrar la
claridad.
La confusión se resuelve al establecer sus prioridades.
La distracción se resuelve al mejorar en el modo en que enfoca su atención.
La desorganización se resuelve por deshacerce de cosas no esenciales y enfocandose en las cosas importantes en primer lugar.
Recuerde que
estamos hablando sobre su vida interior, por lo que el logro de la
claridad no es lo mismo que la limpieza de la casa y ordenar todas las
habitaciones. La solución no consiste en atacar el problema
directamente. Si usted se convirtió en una especie de experto en
eficiencia, probablemente podría ordenar su pensamiento de una manera
más adecuada, más enfocada. Pero el esfuerzo sería una agotador, y los
resultados problablemente serian temporales. Sería mucho mejor es
encontrar una manera de dejar que la mente se vuelva ordenada, centrada,
y clara por sí misma.
A todos nos
han enseñado, de una manera u otra, que la mente puede descontrolarse si
no está vigilada y controlada. Como un niño que se distrae con
facilidad; una mente indisciplinada se dispersará en todas las
direcciones. Pero pocas personas han comprobado en realidad si la
naturaleza de la mente es tan caótica. Damos por sentado, mirando
nuestra propia confusión, que sería una lucha convertir el caos interno
en algo más ordenado. Aquí es donde las tradiciones de sabiduría del
mundo ofrecen un valioso secreto.
Ellos
enseñan que la mente inquieta se produce a de una sola manera -
perdiendo de vista lo que realmente somos. No se puede ser un títere de
las exigencias y presiones externas a menos que se vea a sí mismo como
secundario, mientras que el mundo "exterior" es primario. Después de
todo, ¿cómo se puede comer, poner un techo sobre su cabeza, formar una
familia, y así sucesivamente, sin sumergirse en las duras realidades de
la vida cotidiana? La respuesta radica en saber quién eres en realidad -
un agente consciente que puede elegir en cualquier momento vivir desde
el nivel del verdadero yo.
Al
comprometerse con la práctica de la meditación, usted lleva su mente a
ese nivel donde la claridad es natural, sin esfuerzo. La analogía de un
río ayuda a explicar lo que sucede. En la superficie de un río el flujo
es rápido y turbulento, con ondas y remolinos. Al descender en el, sin
embargo, el flujo del río se vuelve lento y constante, y en la parte
inferior, el agua puede estar tan tranquila que casi no se mueve en
absoluto. De la misma manera, hay un nivel de la mente que sólo conoce
la paz, la calma y la claridad. Pero a diferencia de un fondo del río,
no es lenta. Hay un hermoso equilibrio entre la relajación y el estado
de alerta.
La mente
calma, de hecho, es completamente capaz de responder a las demandas
diarias, ya que es guiada desde el interior. La auto conciencia domina,
lo que significa que usted sabe quién es y adónde va. De pronto resulta
que el día contiene suficiente tiempo para que usted encuentre plenitud,
que es una cualidad atemporal, sin ser molestado por las exigencias,
obligaciones y distracciones.
La meditación diaria regular también conduce a cambios en su vida diaria que pueden resumirse en "Que hacer y que no hacer".
fuente: aqui
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