domingo, 17 de julio de 2016

Psicología: Quítale el Drama a tu vida


A mis consultantes siempre les aconsejo que desdramaticen las situaciones de su vida. Hay gente que vive demasiado intensamente cada pequeño detalle de su rutina, convirtiéndose en algo intolerable desde todo punto de vista. Cuando todo el tiempo estamos considerando que nuestra pareja no nos ama lo suficiente o nos es infiel, cuando creemos que nuestros amigos sólo nos quieren utilizar, cuando se vuelca café en nuestra camisa inmaculada, cuando nos enfrentamos a situaciones pequeñas o grandes y lo único que somos capaces de hacer es creer que es el fin del mundo, evidentemente esto se convierte en una alerta que nos incita a reconsiderar nuestros pensamientos predominantes.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no podemos leer la mente de las personas que nos rodean. Con esto me refiero a que jamás deberíamos pretender entender cada pequeña acción que el otro lleva a cabo ni tampoco deberíamos sacar conclusiones precipitadas y erróneas. Por ejemplo, si alguien no nos respondió un mensaje de texto no necesariamente implica que no seamos personas importantes, si alguien está de mal humor, no significa que ya no nos quiera o que seamos los causantes de ese estado.

Un error de interpretación de la realidad en extremo común, es que usualmente tendemos a creer que somos los responsables de las reacciones emocionales de los demás y si bien es cierto que esto sí puede ocurrir, la mayor parte de las veces los demás están concentrados en sus propios problemas de los cuales nada tenemos que ver. Así que cuando algún individuo, sea alguien muy querido para nosotros o un mero conocido, actúa de una manera que no nos satisface, no asumamos de inmediato que fuimos los que provocamos esa situación, porque generalmente estaremos equivocados.

Muchas personas poseen una mentalidad fatalista y consideran que todo se está desmoronando cuando en realidad no es así. Los más mínimos detalles se convierten en pruebas fehacientes de que todo es un completo desastre y así se convencen de que nunca encontraran una persona que las ame, que jamás aparecerá ese trabajo que desean o que pronto perderán el trabajo que consiguieron porque se sienten incompetentes, que es espantoso envejecer porque seguramente estarán enfermos, etc, etc. ¿Por qué siempre esperar lo peor de todo? Esta actitud pesimista conduce a dos cosas, primero a una angustia poderosa y segundo, podemos sin quererlo concretar ese temor tan terrible mediante la profecía autocumplida.

Cuando nuestra mente se encapricha con un resultado, inconcientemente hará todo lo posible para que se haga realidad y es así que si tememos a que alguien nos abandone nos pondremos tan insoportables que esto ocurrirá en verdad o tememos tanto equivocarnos que en vez de concentrarnos en el trabajo nuestra mente se dispersa y evidentemente si nos equivocaremos. Nuestros actos reflejan nuestros pensamientos y si éstos son netamente dramáticos estamos invocando aquello que decimos repudiar. Nos damos por vencidos en nuestro corazón antes de poner nuestras energías en lo que realmente deseamos.

Darle demasiada importancia a los hechos triviales de la vida es una gigantesca pérdida de tiempo. Si nos ensuciamos la ropa limpia por accidente es mucho más util cambiarnos lo antes posible en vez de perder diez minutos insultando al cielo, si nos caemos es mejor levantarse lo antes posible en vez de considerarnos unos torpes, si llegamos tarde lo mejor es llegar con una sonrisa dulce que con rostro de culpable. Tantos detalles increíblemente irrelevantes pueden arruinarnos todo un día si nos cambiamos de actitud de inmediato. Es conocida esa frase que dice “desearía no haberme levantado de la cama hoy”. Pues bien, sólo porque un par de eventos no coincidieron con nuestro deseo no quiere decir que es un día perdido, el asunto es que cuando ocurre el primer accidente ya nos ponemos a la defensiva y todos los sucesos venideros entraran en los cánones del dramatismo.
Toma las cosas como son, algo es tan molesto como tú lo permites que sea, pasa por alto la primer cosa mala que te ocurra en la mañana y verás como el resto del día se desenvuelve con naturalidad. Basta conque vayas caminando con una actitud malhumorada para que tu rutina se convierta en un infierno.

Tantas situaciones, discusiones, problemáticas, pueden ser solucionadas si tan sólo intentamos verlas desde una perspectiva objetiva, racional y empática. Si quieres ser más feliz este es uno de los secretos más importantes: ¡el drama no sirve absolutamente para nada! Toma el control de tu vida cuestionando aquellas cosas que te hacen sentir triste, de seguro comprenderás que muchísimas situaciones son mucho más inocentes de lo que crees. Date una oportunidad y brindales a los demás una oportunidad también. Dile adiós al drama y aprende a sonreír más. La felicidad yace en los detalles, un cambio de perspectiva puede ser el comienzo de un cambio de vida.

Psicóloga Mariana Alvez

fuente: aqui

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.