jueves, 3 de julio de 2014

Ver las cosas como son



Cuando nos gusta alguien, él o ella pueden desatar un infierno y nosotros sólo diremos: "¿No es una ternura?". Pero cuando no nos gusta alguien o esa persona nos cae mal, entonces el color de su camiseta, la manera en la que camina, la manera en la que habla, incluso las más pequeñas peculiaridades, pueden hacernos retorcer de repulsión. La razón de esto es que nuestra perspectiva es interna y puede que tenga muy poco que ver con la verdadera naturaleza de la otra persona.

Para evitar esto, debemos suplicarle al Creador que abra nuestra mente para que veamos las cosas como son... sin colorearlas con nuestros prejuicios, suposiciones y cálculos


 Karen Berg en español

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