Para poder curar algunos males no es necesario recurrir a medicamentos, pues podría tratarse de lo conocido como enfermedades psicosomáticas, que no es más que la mente manifestándose a través del cuerpo.
Este mal es algo que data desde tiempos
inmemoriables, pues existen registros del año 460 a.C. cuando el
mismísimo Hipócrates, destacable médico de la antigua Grecia, insistió
en la indisociable relación entre mente y cuerpo: todo lo que ocurre en uno se refleja en lo otro.
Literalmente hablando
Para tratar de entender como el cuerpo puede enfermarse debido a cuestiones que no podemos resolver, según Psiquiatria Integral bastaría con prestar atención a las frases que comunmente decimos:
- “Me rompió el corazón”
Cuando alguna persona o una situación nos entristece decimos “me rompió el corazón”,
como forma de que sentimos una sensación dolorosa en el pecho, esa
sensación repetida muchas veces producirá un dolor en el pecho real,
aunque el médico al examinarnos diga que no nos encuentra nada.
- “Un puñal por la espalda”
Seguramente cuando descubriste una
traición, un engaño dijiste que fue como si te “clavaran un cuchillo por
la espalda”. Si no se puede expresar en enojo o el dolor pueden
aparecer dolores en la espalda, contracturas musculares que incluso
pueden dañar la columna vertebral.
- “Tengo un nudo en la garganta”
Quien no ha dicho que siente un “nudo en
la garganta” cuando está angustiado y con deseos de llorar, si no nos
desahogamos o la situación que causa la angustia es continua, ese nudo
puede provocar dolor de garganta o la sensación de ahorcamiento.
- “Un peso en los hombros”
Otra de las frases frecuentes es “llevar
una pesada carga sobre los hombros”, obviamente esto no se refiere a
cargar con un peso real sino en unas circunstancias muy difíciles de
sobrellevar o una responsabilidad mayor a nuestra resistencia.
Cuando este tipo de situaciones se
prolongan sin resolverse no se harán esperar los síntomas de una
enfermedad psicosomática con dolores en cuello y espalda.
- “Se me hierve la sangre”
Ante una situación que nos enfurece
decimos que ” nos hace hervir la sangre”, la ira y la rabia contenidas
día tras día producen elevación de la presión arterial, contracturas
musculares y problemas digestivos.
La hipertensión puede ser en algunos
casos una enfermedad psicosomática, suelen llamarla hipertensión
nerviosa, en estos casos hay que tratar la hipertensión en si misma pero
es fundamental corregir el problema de fondo.
- “Estoy tragándome los problemas”
La gastritis, síndrome del colon
irritable y varios tipos de trastornos digestivos suelen ser
enfermedades psicosomáticas como consecuencia de “tragar” problemas.
También decimos frases relacionadas como
por ejemplo “me dio una patada en el estómago”, para referirnos a las
acciones de alguien o llamar “pan amargo” a cuando se realiza un trabajo
o tarea para sustentarnos que nos desagrada.
Estos son sólo algunos ejemplos que
sirven para darse cuenta que el cuerpo expresa lo que nos sucede,
algunas veces somos conscientes de estar pasando por una mala situación
pero no la relacionamos con una serie de enfermedades que se nos
presentan con frecuencia.
Si estás atravesando por una situación difícil en tu vida que está afectando tu salud, lo ideal será visitar al psicólogo para ver el problema desde sus raices.
fuentea. aqui
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