La
arteriosclerosis o aterosclerosis es la formación de una placa en el
interior de los vasos sanguíneos y se refiere al endurecimiento de las
arterias.
Una
arteria está formada por varias capas: una interna, denominada
endotelio, una membrana elástica que permite que la arteria se expanda y
se contraiga, una capa de músculo liso y una capa de tejido conectivo.
La
arteriosclerosis afecta a la capa interna de la arteria. Se caracteriza
por una placa formada por depósitos que obstruyen el flujo de la sangre.
La placa está formada por sustancias grasas, colesterol, productos de desecho de las células, calcio, hierro y fibrina, un material que favorece la coagulación sanguínea.
A medida
que la placa crece en el interior y alrededor de las células de las
paredes arteriales, acumula calcio. La capa más interna se hace más
gruesa, y el diámetro de la arteria se reduce, con lo que la circulación sanguínea y
el suministro de oxígeno disminuyen. La placa puede romperse o abrirse,
causando la formación brusca de un coágulo de sangre, lo cual da lugar a
una trombosis.
Como
resultado de la trombosis y/o de la formación de la placa, la
aterosclerosis puede causar un ataque cardiaco si se obstruye
completamente el flujo sanguíneo de las arterias coronarias. Puede dar
lugar a un accidente vascular cerebral si bloquea completamente las
arterias carótidas del cerebro.
La
arteriosclerosis también puede producirse en arterias del cuello, los
ríñones, los muslos y los brazos, y puede provocar insuficiencia renal,
gangrena e incluso la muerte.
Los síntomas de aterosclerosis son diferentes según la localización:
• En las arterias coronarias (corazón): dolor torácico, ataque cardíaco y muerte súbita.
• En las arterias carótidas del cerebro: vértigo brusco, debilidad, pérdida del habla y ceguera.
• En las arterias femorales de las piernas: dolor y fatiga en las pantorrillas de las piernas al caminar.
• En las arterias renales: presión arterial elevada resistente al tratamiento.
• En las arterias coronarias (corazón): dolor torácico, ataque cardíaco y muerte súbita.
• En las arterias carótidas del cerebro: vértigo brusco, debilidad, pérdida del habla y ceguera.
• En las arterias femorales de las piernas: dolor y fatiga en las pantorrillas de las piernas al caminar.
• En las arterias renales: presión arterial elevada resistente al tratamiento.
Los
médicos pueden hacer el diagnóstico de arteriosclerosis durante la
exploración física auscultando la actividad de las arterias y el corazón
con el estetoscopio o palpándolas con las manos.
Sin
embargo, actualmente se solicitan pruebas más precisas. Entre ellas se
encuentran el electrocardiograma, que muestra la actividad del corazón;
la electrografía de ejercicio, más conocida como prueba de esfuerzo,
realizada mientras el paciente practica ejercicio sobre una cinta o una
bicicleta estática; la ecocardiografía, tipo de ecografía que emite
ultrasonidos para visualizar una imagen de las cámaras y válvulas del
corazón, y la ecografía, para valorar las arterias del cuello y de los
muslos.
La
gammagrafía con talio emplea un material radiactivo que se inyecta en la
corriente circulatoria. Estas pruebas permiten a los médicos observar
el flujo de sangre a través de las arterias coronarias y las cámaras del
corazón, y obtener imágenes del corazón. La angiografía coronaria es el
método diagnóstico más exacto de aterosclerosis y también el único
procedimiento invasivo.
El
cardiólogo inserta un catéter en un vaso sanguíneo de la pierna o el
brazo y lo conduce hasta el corazón. Un medio de contraste hace que el
corazón se vuelva visible a los rayos X. Se obtienen imágenes en
movimiento del contraste mientras fluye por las arterias y se observan
las placas y las obstrucciones de forma bien definida.
Infusiones medicinales
Infusión para la arteriosclerosis #1:
Hervir en 1 litro de agua por 15 minutos 2 cebollas y 3 dientes de ajo
crudos. Colar el líquido y añadir el jugo de 2 limones. Tomar a lo
largo del día.
Infusión para la arteriosclerosis #2:
Verter 1 cucharada de hojas y flores de espino albar en una taza de
agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar una taza al
día
Infusión para la arteriosclerosis #3: Verter 1 cucharada de hojas de gingko biloba
en una taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar.
Tomar 2 tazas al día. No tomar si se está consumiendo alimentos
anticoagulantes.
Infusión para la arteriosclerosis #4:
Hevir 1 taza de agua y cuando esté en el punto de ebullición, verter 1
cucharada de raíz de ginseng siberians, previamente lavado. Dejar un
poco más al fuego y retirar. Dejar refrescar, colar y tomar 1 taza al
día.
Infusión para la arteriosclerosis #5:
Hervir un puñado de hojas de alfalfa en un litro de agua por 10
minutos. Una vez colada y refrescada, tomar a lo largo del día.
Infusión para la arteriosclerosis #6: Hevir 1 cucharada de semillas alholva y 1 de cúrcuma en una taza de agua por 5 minutos. Tomar 2 veces al día.
Infusión para la arteriosclerosis #7: Hervir 1 cucharada de hojas de gotu kola
y 1 cucharada de flores de espino albar en medio litro de agua por 10
minutos. Pasado ese tiempo, tapar y dejar refrescar. Tomar a lo largo
del día, pero antes de tomarlo agregar el zumo de medio limón
Recomendaciones
Evitar las comidas con grasa saturadas y preferir las verduras y frutas.
Evitar el
estrés, ya que éste aumenta la presión sanguínea y la arteriosclerosis y
favorece la progresión de la enfermedad. De allì que se aconseje
practicar técnicas de relajación terapéutica como yoga, meditación,
imágenes dirigidas y bio-feedback
fuente: aqui.
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