La realidad
es una ilusión que cada cual decodifica según sus patrones mentales que
le dicen que “eso es eso” y que “aquello es aquello”, aun cuando otra
persona viendo lo mismo, lo interprete de diferente forma. La realidad,
lo que percibimos como el mundo externo, lo de ahí fuera, no es más que
una proyección “holográfica” de ondas electromagnéticas, energía y
pensamiento. (ver el libro de Michael Talbot, El Universo Holográfico).
El átomo no es más que energía pura, con
vastos espacios “vacíos” entre su núcleo y los electrones orbitando
alrededor del mismo. No creo que haya algo menos “sólido” que un átomo, y
aun así es el átomo lo que constituye la pieza clave de la construcción
de nuestra realidad. ¿Porque las cosas son sólidas? Porque nuestra
mente, a través de nuestros sentidos, nos dicen que son así, porque
hemos aprendido desde siempre que son así y porque vivimos en una
realidad común en la cual las paredes no se pueden atravesar y el fuego
quema.
¿Qué es la realidad?
Pero la realidad es un término
subjetivo. La realidad es lo que cada uno se crea para sí mismo
dependiendo de los pensamientos, la frecuencia y la vibración individual
que emitimos, atrayendo hacia nosotros aquello con lo que resonamos. La
realidad de “ahí fuera” corresponde al 100% a la realidad interna, y no
al revés. No se puede cambiar el exterior sin cambiar el interior, pero
eso es lo que a todos siempre nos han hecho creer. Los que “conocen” el
secreto son los que están “arriba” y son los que pretenden seguir
manteniendo la ilusión de que cuando cambie lo exterior, podremos
cambiar nosotros. Falso. Es una ilusión.
La realidad en que vivimos todos los
seres humanos en este planeta es un acuerdo global a partir de la
proyección del inconsciente colectivo para mantener un estado mental en
el cual se nos hace creer que las cosas son como son y no podemos
cambiarlas. Esta proyección colectiva es la suma de todas las realidades
creadas por todas las mentes del planeta. Para ello, las noticias nos
mantienen en un estado de preocupación, alerta y miedo, de forma que
podamos generar esa realidad externa sin darnos cuenta y el mundo se
convierta en una profecía autocumplida.
Cuando en la mente de millones de
personas se implanta la idea de que todo va mal, el mundo empieza a ir
mal, pues la vibración energética de billones de cuerpos emitiendo
preocupación, miedo y emociones de bajo nivel, no pueden crear otra cosa
que una realidad de bajo nivel, miedo y preocupación.
Viviendo en una realidad impuesta
Hay personas a quienes les interesa que
esta sea la realidad del mundo. Sin entrar en teorías de ningún tipo,
controlar el planeta por medio del sometimiento de las masas es lo que
está sucediendo desde hace años y solo recientemente empezamos a
despertar de esta macro-manipulación. ¿Para qué? Para que aquellos que
saben cómo funciona el mundo de verdad, puedan utilizar las leyes
universales a su favor para acumular y controlar todos los recursos y el
poder para ellos mismos. No he llegado a entender nunca que motivación
existe detrás del poder por el placer del poder, o el dinero por el
dinero, no me parece una razón suficiente para realmente llegar a montar
sistemas de control a nivel global solo por el hecho de acumular mas
riquezas, pero el hecho de que la realidad que unos pocos quieren nos es
implantada a todos es incuestionable, y hasta la fecha no hemos podido
escapar de ella.
Creando tu propia realidad
Si todos fuéramos conscientes que
nuestro ser interior es capaz de crear la realidad que desee, como un
niño jugando con un molde de plastilina y moldeando una figura a su
antojo, no habría fuerza capaz de manipularnos. No se puede controlar y
manipular la conciencia individual que conoce las reglas del juego,
porque el poder no lo cede a los que están ahí fuera pidiéndonos que
confiemos en ellos (políticos, empresas, bancos), sino que nosotros
controlaríamos nuestra propia realidad manifestando aquello que
deseáramos como el mundo externo. En el momento en que los billones de
personas del planeta rompieran el cerco de la manifestación actual
creada por el inconsciente colectivo a causa del bombardeo incesante de
imágenes y mensajes implantados en el subconsciente de todos, seríamos
libres, veríamos mas allá del miedo, de la preocupación por llegar a fin
de mes, de ponernos enfermos y de pagar la hipoteca.
Eso es lo que no se quiere. Eso es lo
que está causando que cada vez más se creen campañas globales cada vez
más agresivas como la de la gripe A para tener a la población a raya. Se
crea el problema, se hace creer a la población que existe un problema,
se ofrece una solución, y se implanta una nueva realidad en la
conciencia colectiva: la gripe A es peligrosa, hay que vacunarse; el
mundo está en una crisis económica y todo va muy mal, el planeta se está
muriendo, el mundo es un lugar de violencia…. todo eso se convierte en
realidad, porque la inmensa mayoría de las mentes de este planeta lo
interiorizan, y lo manifiestan de ese modo.
Lo que se consigue con esto es
mantenernos en un estado de aletargamiento, de inferioridad, de
sumisión, mientras que para los que han implantado esta idea con sus
campañas y virus, el mundo va extremadamente bien, no existe crisis de
ningún tipo, y ellos jamás se han puesto enfermos. Pero eso, claro, no
sale en las noticias.
El cuerpo como ordenador programado
La realidad que vemos ahí fuera no es
más que la decodificación de lo que nuestros sentidos perciben, la
información recibida a través de la vista, energía en forma lumínica o
sonora, que entra por los ojos o por los oídos, pero que solo es
procesada por el cerebro. El cerebro es quien interpreta que esto quema o
que aquello esta frío, que esto duele o que aquello es delicioso. Por
eso la hipnosis funciona tan bien, puede decirle al cerebro que esa
sensación o información que está recibiendo no corresponde a lo que
normalmente nuestra mente lo asociaría, sino a otra cosa totalmente
distinta. Te estás comiendo un plátano, pero le dices a tu mente que
sabe a espinacas. Y la persona bajo hipnosis jurará que está comiendo
espinacas.
El cerebro es un programa de ordenador.
Se puede manipular, se puede reprogramar, se le pueden introducir virus e
implantes de todo tipo. Tu realidad externa es lo que tu cerebro te
hace creer que es según su programación (creencias, limitaciones,
asociaciones) y esa es la realidad que tu mente a su vez, transmitirá
hacia el exterior y será el bucle que no tiene fin pues será la realidad
que atraerás hacia ti, una y otra vez.
Ver más allá
Solo conozco una forma de “despertar”, y
en cierto modo consiste simplemente en darse cuenta del engaño, de la
manipulación. De que los anuncios de la televisión solo están destinados
a mantenerte en un estado de consumismo y con mensajes subliminales en
el 99% de los casos para que tu subconsciente guarde o retenga un cierto
mensaje que les conviene a los que manejan el cotarro. Las noticias de
los medios están destinadas a mantenernos en un permanente estado de
preocupación y alerta, a veces más sutil que otro, de dualismo, de
enfrentamiento, de forma que las personas no podamos escapar de esta
visión de la vida catastrofista y problemática, para que sea esta la
realidad que proyectemos a los demás cuando salimos a la calle, y sea
esta la realidad que sigamos creando y en la cual vivamos.
El mundo es una ilusión
El mundo de ahí fuera es una ilusión. No
es más que un reflejo del mundo dentro tuyo mezclado con el mundo
creado por la mente colectiva del subconsciente del planeta. Despierta.
No eches más leña al fuego. No sigas el juego de una realidad creada e
implantada por los que saben que todo es falso, pero que no quieren que
tu lo sepas. La masa crítica de personas que empiezan a ver el engaño
total al cual estamos sometidos empieza a ser tan grande que pronto la
realidad colectiva podrá cambiar y con ella poco a poco aquellos que no
son conscientes de sus realidades personales podrán, de alguna forma,
contribuir a que se cree otro mundo, pues viendo que las cosas “van
bien”, implantarán esa creencia en su subconsciente y crearán una
realidad en la cual “las cosas van bien”.
Pero hace falta que muchos de nosotros
forcemos ese cambio en primera instancia, de lo contrario, después de la
campaña de la gripe A, vendrá otra cosa, y otra, y otra, destinadas a
impedir ese despertar de la gente, esa concienciación sobre el engaño al
cual estamos permanentemente sometidos.
El control se puede romper
Ahí arriba están desesperados. Una masa
crítica del planeta está empezando a despertar, ya no reacciona ante los
mensajes subliminales y ve más allá del engaño. La vacuna de la gripe A
tiene componentes destinados a mantener el proceso de “darse cuenta” lo
más retardado posible, a romper en la medida de lo posible los
mecanismos del cuerpo y de la mente que permiten el despertar de la
conciencia. El microchip que durante años estuvieron probando en muchas
discotecas, imponiéndotelo en el brazo para así no tener que pagar nada
cuando entrabas y consumías (con un escáner te leían el microchip debajo
de la piel, en el cual estaban tus datos y tu “saldo”) no es más que
otra forma de implantar sistemas que corten eléctricamente y
energéticamente el proceso de despertar de la conciencia. Y si no lo
consiguen de una forma lo intentarán de otra.
Date cuenta que todo tu mundo es una
ilusión. Todo es un “holograma” que tu cerebro crea y procesa según la
información que le llega. Cambia el sistema de procesar esa información y
cambiará tu mundo. Crea tu propia realidad y haz que esa sea la
realidad del mundo en el que vives. Rompamos la matrix en la que nos han
metido. No se si existe una píldora azul para ello, pero desde luego no
nos podemos quedar sentados esperando a que alguien nos la ofrezca.
Yo al menos, ya no puedo.
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